IRATXE HERNANDEZ SIMAL
Artista visual y performativa, actriz y profesora universitaria en la Facultad de Artes de la EHU-UPV. Máster en Gestión Cultural,2004 , Universidad de Barcelona. Diplomada en Interpretación por ARTEBI, 2008. Doctora en Artes Performativas en la Universidad del País Vasco, 2015. Además de su amplia experiencia artística por medio de sus “Performances” (Personaje secundario, Soy el cuerpo que me deshabita etc), es docente e investigadora y ante todo, actriz, tanto en cortos (Agua!) como en diferentes largometrajes (Sapos y culebras, Patria, Izarren Argia).
“Huyo del término Artista en su acepción más pretenciosa y es por ello que alguna vez me he definido como artista con minúscula. Ese matiz me permite entrar en el traje sintiéndome más cómoda. En cuanto al traje en sí, diría que para mí ser artista consiste en abrir nuevos mundos, que siempre son nuevas perspectivas intelectuales, sensoriales, emocionales, relacionales… de este mismo y, personalmente, lo siento de una forma más evidente en la comunicación, en el intercambio, en el roce con otrxs.(…) una de mis grandes pasiones es el mundo de la performance y el teatro -quizá más específicamente podría hablar de ámbitos de co-presencia o convivio-, que se funde con mi constante interés en torno al espacio, configurado desde la perspectiva escultórica. Me ubico en ese intersticio con una sensibilidad especial hacia lo tamizado por el tiempo. (..)Llegó un punto en mi trayectoria en que comencé a comprender que el arte de acción en general y la idea de cuerpo en el espacio en particular casaban con mi sensibilidad de una forma más neta. En este sentido, el cuestionarme el uso y configuración del espacio vivencial me llevan a Esther Ferrer o Itziar Okariz entre otras, pues la mayoría de mis referentes en este ámbito son mujeres.(..) No tengo claro cuáles son las diferencias creativas entre géneros. Las personas ya somos tan diferentes de forma individual que considero difícil establecer diferencias mediante una generalización. No obstante, corroboro que el arte de acción, el cuerpo como herramienta, es un ámbito en que muchas mujeres han encontrado su lugar. También considero que las mujeres estamos ampliando perspectivas que parecían neutras o las únicas válidas posibles, al menos contribuyendo a su de-construcción. Me tengo por feminista pero no me veo netamente incorporada a un supuesto “ismo” en el arte. De hecho, creo que el día que consigamos una sociedad feminista quizá el término pierda su sentido. Y ese sería el fin deseable. También considero que se puede ser mujer, artista y machista”